1 de enero de 2008

Buenos propósitos para el 2008


Cuando empezamos un año nuevo, todos estamos llenos de buenos propósitos, pero a la larga nos damos cuenta, que solo el 50 % de aquello que nos hemos propuesto, es una realidad.
Muchos de los que fumamos, decimos: “A partir del 1 de enero, no vuelvo a encender un cigarro”. Algunos lo hacen… pero por pura cabezonería, no porque realmente quieran dejarlo.
Otro pensamiento es: “ El año que viene, tengo que intentar ahorrar más, y gastar menos”. El resultado es que siempre gastamos más, de lo que ahorramos. Si quieres ahorrar 100, se rompe algo… (lavadora, televisión, un sillón…) Por lo que el propósito que te has propuesto, se queda en agua de borrajas.
Otros van mucho más allá y se proponen que en el año nuevo su vida va a dar un giro de 180º, algunos hasta lo consiguen. Se olvidan de donde vienen y qué es lo que han hecho durante los últimos años, para hacer borrón y cuenta nueva. A veces resulta complicado el plantearse una nueva vida, nuevas cosas en las que pensar… pero lo que si está claro, es que con fuerza de voluntad y un poco de cabezonería (o mucha) todo se logra.
A veces incluso te ayudan cosas, que otras personas no dan la más mínima importancia (la importancia siempre es relativa al cristal con que se mire). Todo está listo para el año nuevo, y para una vida nueva. Mis deseos para el año nuevo, los formulé el día 31 de diciembre a las 12:00 de la noche ¿Qué te apuestas a que se cumplen? … Cabezota soy un rato, y si me propongo algo, sé que lo lograré… Y este año, es el mío. ¿el tuyo también?. Ánimo que tienes 366 días por delante.

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