El Retorno

Si alguien pronuncia Gaudí… posiblemente no le diga nada, salvo el nombre de un gran artista. A otros un lugar… y a otros sin más, el recuerdo de un tiempo mejor (o peor, todo depende de la perspectiva con la que se mire).
Retornar a lugares donde tenemos recuerdos, a veces puede resultar agradable, y de hecho, así lo demuestra la luminosidad de la sonrisa cuando se atisba esa posibilidad. Después, se piensa seriamente y nos invade la tristeza. Los retornos no siempre albergan la posibilidad del reencuentro con aquello que nos llenó en un momento de nuestra vida. Retornar, no implica encontrar, salvo que se busque. Y cuando no buscas es porque la incógnita lleva resuelta mucho tiempo, o tal vez se prefiere simplemente dejar las X y las Y, sin su valor, por temor al resultado.
Tanto si el resultado es positivo, como si es negativo, nada cambiará, salvo el hecho de haber despejado las incógnitas con todo lo que ello implica. El conjunto vacío o la tendencia al infinito. ¿qué resultado es el mejor? Si el orden de los factores no altera el producto, igual da cual sea el resultado. Seguiremos teniendo una hipotenusa, producto de dos catetos, equidistantes de un punto común. El punto de partida que los unió en un origen, y que los fue separando hacia el infinito y que solo puede unir una hipotenusa en tiempo y espacio distinto. Unas coordenadas precisas, (espacio, tiempo) que se producen en alguna ocasión.
Mirar de reojo, o estar pendiente de la evolución de los catetos, es un juego divertido para la hipotenusa. Evolución y espacio/tiempo concuerdan en un momento preciso. La solución de las incógnitas se acerca. El resultado…. está próximo. ¿será el conjunto vacío?