20 de marzo de 2008

Vacaciones de Semana Santa


En algo hemos cambiado a lo largo de los siglos, y si bien la Semana Santa, era un parón en la actividad normal para dedicarlo al recogimiento y al análisis espiritual, hoy por hoy (a excepción de algunas zonas de España) esto ha cambiado.
Hace unos años, era impensable que alguien saliera de vacaciones fuera de España durante esta Semana. No proyectábamos viajes a Europa o a América; los más afortunados se iban al pueblo donde nacieron sus padres a disfrutar de las procesiones.
Si bien en el sur de España, la tradición a cerca de la Semana Santa se mantiene con una alta participación (jóvenes, mayores y niños… preparan con ilusión las procesiones durante un año completo) en otras partes de nuestro país, pasa esta semana de puntillas. Pocos son los que se quedan en su lugar de residencia, y muchos los que eligen destinos de vacaciones durante estos días.
No tenemos un euro, sin embargo, nos gusta salir… conocer otras tierras… y cuando nuestro bolsillo no nos permite empeñarnos hasta las cejas, recurrimos a un amigo, o a un familiar que vive lejos de nuestra residencia habitual, para “darnos un homenaje”. Otros sin embargo, nos quedamos y pensamos: ¿por qué no será el resto del año igual?. No hay atascos, llegamos al trabajo en menos tiempo, no tenemos que esperar largas colas en los restaurantes para poder comer, el vecino de abajo no te pone la música a las 8 de la mañana, no hay “toque de diana”… Haces, deshaces…. Tienes tiempo para pensar, para ver la televisión, para escribir, para salir de copas…. Y lo mejor… aquí de momento, no está lloviendo…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En Semana Santa hay que tirarse a la calle y disfrutar cada uno a su manera.

Anónimo dijo...

En la calle llueve, hace frio, y solo hay procesiones.... Mejor me busco una isla desierta...

Un bisou. Dhar.

La Niña dijo...

estoy con cuco, eso solo se vive una vez, es como la navidad...de donde viene? de lo mismo que la semana santa y sin en cambio la celebramos (bueno tu no se) pero me refiero a que cada uno puede vivir esas pequeñas fiestas a su manera