Las fiestas de Navidad, son propicias para hacer que el sonido del petardo, sea el más escuchado sin importar donde estemos.
Se convierte en un sonido realmente desagradable, cuando a todas horas y en todas partes, la gente se divierte haciéndolos explotar. (La verdad es que algunos suenan tan fuerte, que los sustos que nos meten son de infarto).
Si se limitara al ruido, no sería más que una molestia pasajera… cuando la gente que los explota se cansa, o se queda sin ellos, se acabó la fiesta. El problema radica en quienes son los que manejan este juego ruidoso. La mayor parte, son menores. No olvidemos que los petardos, llevan pequeñas cantidades de pólvora, y que si no saben manejarse adecuadamente, puede provocar graves lesiones.
Este juego que parece tan divertido y ruidoso, no es más que una trampa peligrosa en manos de los niños. No sería la primera vez, que por un accidente (que el petardo explotara antes de tiempo, por ejemplo) o por una mala manipulación, algún niño sufriera graves heridas, e incluso la amputación de uno o varios dedos.
Para prevenir accidentes, la legislación Española, ha previsto que aquellos niños menores de 12 años, no puedan comprar petardos, sin que una persona mayor de edad les acompañe. ¿esto soluciona realmente el peligro? No. Las empresas que se dedican a la venta de estos artilugios, siguen teniendo como objetivo vender… no advierten al comprador de la peligrosidad que tiene, que un niño de 5 años, maneje petardos con pequeñas dosis de pólvora… es más, ni siquiera piden el carnet a los compradores.. cuando en principio por ley están obligados.
Con esto, no quiero decir que en todos los establecimientos que se venden petardos, sea igual… solo quiero dejar constancia, de que hay algunos (más de los que pensamos) donde no se hace…. Y cualquier padre responsable, quiere saber los peligros que entraña el que sus hijos manejen este tipo de artilugios…. Si no estamos libres los mayores de una accidente ¿Qué nos hace pensar que los niños sí?
Se convierte en un sonido realmente desagradable, cuando a todas horas y en todas partes, la gente se divierte haciéndolos explotar. (La verdad es que algunos suenan tan fuerte, que los sustos que nos meten son de infarto).
Si se limitara al ruido, no sería más que una molestia pasajera… cuando la gente que los explota se cansa, o se queda sin ellos, se acabó la fiesta. El problema radica en quienes son los que manejan este juego ruidoso. La mayor parte, son menores. No olvidemos que los petardos, llevan pequeñas cantidades de pólvora, y que si no saben manejarse adecuadamente, puede provocar graves lesiones.
Este juego que parece tan divertido y ruidoso, no es más que una trampa peligrosa en manos de los niños. No sería la primera vez, que por un accidente (que el petardo explotara antes de tiempo, por ejemplo) o por una mala manipulación, algún niño sufriera graves heridas, e incluso la amputación de uno o varios dedos.
Para prevenir accidentes, la legislación Española, ha previsto que aquellos niños menores de 12 años, no puedan comprar petardos, sin que una persona mayor de edad les acompañe. ¿esto soluciona realmente el peligro? No. Las empresas que se dedican a la venta de estos artilugios, siguen teniendo como objetivo vender… no advierten al comprador de la peligrosidad que tiene, que un niño de 5 años, maneje petardos con pequeñas dosis de pólvora… es más, ni siquiera piden el carnet a los compradores.. cuando en principio por ley están obligados.
Con esto, no quiero decir que en todos los establecimientos que se venden petardos, sea igual… solo quiero dejar constancia, de que hay algunos (más de los que pensamos) donde no se hace…. Y cualquier padre responsable, quiere saber los peligros que entraña el que sus hijos manejen este tipo de artilugios…. Si no estamos libres los mayores de una accidente ¿Qué nos hace pensar que los niños sí?
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