Por su cercanía a la “Puerta del Sol” y al “Palacio Real de Madrid” las paradas de metro más cercanas son: Opera ó Sol.
Historia
La plaza Mayor, en el siglo XV era la confluencia de los caminos de Toledo y Atocha (que hoy en día, son calles) y era conocida como la Plaza del Arrabal. En ella se celebraba el principal mercado de Madrid.
En 1580 cuando se traslada la corte a Madrid, Felipe II encargó a Juan de Herrera, la reforma de esta plaza, construyendo la Casa de la Panadería (que hoy por hoy, es el balcón más emblemático de toda la plaza, desde el que se realizan discursos de todo tipo).
Juan de Mora, fue el encargado de terminar la plaza, bajo la supervisión de Felipe III.
La plaza ha sufrido varios incendios, y su reconstrucción definitiva (tal y cómo hoy la conocemos) no se terminó hasta bien entrado el siglo XIX. Sus nombres también han variado en función de la tendencia política de la época. Algunos de los nombres que ha tenido son: Plaza de la Constitución, Plaza de la República, y definitivamente el que hoy ostenta.
En ella también se han celebrado las tradicionales Corridas de Toros, hasta que se construyó, la “Plaza de Toros de las Ventas”. También fue escenario de los Juicios de la Inquisición, y de las ejecuciones de los condenados a muerte.
No te puedes perder
· Estatua ecuestre de Felipe III
Situada en pleno centro de la plaza, data de 1616 y es obra de Juan de Bolonia y Pietro Tacca. Pero no fue colocada en la plaza hasta 1848.
· Arco de cudilleros
El Arco de cudilleros, es uno de los 9 accesos a la Plaza Mayor, y está situado en el sur-este de la plaza. Es el más famoso de todos debido a su altura, provocada por el desnivel entre la Cava de San Miguel y la Plaza Mayor.
El Arco de Cudilleros es creación de Juan de Villanueva, quien en 1790, cierra totalmente la plaza con la creación de esta obra de arte.
Recibe su nombre de los gremios de cuchilleros y espaderos que allí se apostaron siglos atrás.
· Enrejados, farolas y canalones
La mayoría de los edificios de esta plaza son del siglo XVII, y las rejas de ventanas y balcones son realmente algo digno de ver. También sorprende la altura de estos edificios, si tenemos en cuenta la época en la que se construyeron.
· Los bocatas de calamares
Entre la juventud madrileña, destaca la Plaza Mayor, por los riquísimos bocadillos de calamares, que en los bares y restaurantes se sirven. El precio es muy asequible y el tamaño del bocata realmente generoso.
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