26 de diciembre de 2007

Amor y locura siempre de la mano



Alejandra Vallejo-Nájera, en su libro “El amor no es ciego” comenzó a decir que en el terreno amoroso nada ocurre por casualidad y a través de su obra, fue analizando y explorando el cómo y el porqué del flechazo, y del nacimiento de la relación sentimental. Ella asegura en su libro, que el 25% es atracción intelectual, otro 25% es atracción físico-sexual y el restante 50% viene dado por lo que ella denomina “la sintonía afectiva”. Dos personas iguales, nunca sentirán esa sintonía afectiva.. La cuestión es que sean totalmente distintos en este aspecto, para que se complementen. Su teoría está basada en la leyenda del Amor y la locura que a continuación os relato:

Cuenta la leyenda, que una vez se reunieron en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el aburrimiento bostezó por tercera vez, la locura – siempre tan alocada- propuso jugar al escondite. El entusiasmo bailó, secundado por la euforia; la alegría salto tanto que terminó por convencer a la duda. La verdad, prefirió no esconderse ¿Para qué? Si al final la encontrarían. La soberbia opinó que era un juego muy tonto (aunque en el fondo estaba molesta porque la idea no había sido suya). La fe se escondió en el cielo, y la envidia tras la sombra del triunfo, que con su esfuerzo había logrado subir a la copa más alta de un árbol. El egoísmo encontró un sitio muy bueno desde el principio, pero solo para él… la pasión y el deseo, se escondieron entre dos volcanes. El amor, era el último… aún no había encontrado un sitio en el que esconderse, y por fin encontró un hermoso rosal en flor. Así decidió esconderse entre sus flores.

Cuando la locura terminó de contar, empezó a buscar. A la primera que encontró fue a la fe discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología; a la pasión y al deseo, los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia, y por tanto en breve encontró al triunfo.

Al egoísmo no tuvo que buscarlo, el solito salió disparado de su escondite que resultó ser un nido de avispas. Con la duda, fue mucho más fácil, ya que la encontró sobre una cerca, sin haber decidido aún en qué lado esconderse.

La locura buscó detrás de cada árbol, en cada arroyuelo, en la cima de las montañas, y cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal. Comenzó a mover las rosas, cuando, de pronto, un doloroso grito se escuchó.

Las espinas del rosal, habían herido los ojos del amor. Locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, cuando por primera vez se jugó al escondite en la tierra, el amor es ciego, y la locura siempre lo acompaña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante tu interpretación, pero yo he leído este libro (soy estudiante de psicología) y creo que has hecho una interpretación un poco libre. En realidad pareces haber obviado otro capítulo que dice "los polos opuestos se atraen 10 minutos" Coo bien explica el libro, La sintonía afectiva es fundamental para que no se produzcan situaciones de dominio por parte de uno de los miembros de la pareja. Las investigaciones de Gotman pueden confirmar esto también, por si no terminas de creerlo.